martes, 8 de enero de 2013

El infarto Cerebral

El infarto cerebral o ictus es una interrupción repentina del suministro de oxígeno en una parte específica del cerebro. Una hemorragia en el cerebro también puede ser la causa de un ataque cerebral pero en ambos casos, las células nerviosas del área afectada sufren daño e incluso se mueren definitivamente.
El ictus puede estar causado por una obstrucción repentina de un vaso sanguíneo en el cerebro o por una hemorragia cerebral. En ambos casos, el tejido cerebral afectado no recibe suficiente oxígeno y se muere. El factor de riesgo más importante de un infarto cerebral es la hipertensión.
Los síntomas de un infarto cerebral dependen de la región del cerebro que es afectada. Puede producirse una parálisis de medio cuerpo, transtornos mentales o  incluso trastornos en la vista. En las primeras horas de evolución de la apoplejía el tratamiento pretende restablecer el suministro de oxígeno a la región del cerebro afectada para que el tejido cerebral afectado sea el mínimo posible. A largo plazo, si tras un el ictus se lleva a cabo una  buena rehabilitación, puede lograrse una recuperación o incluso hacer que los síntomas remitan.

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